Con el objetivo de relevar el rol de las familias en el proceso de desarrollo integral de los niños, niñas y adolescentes, es que se conmemoró esta fecha con una jornada llena de actividades.

La celebración realizada por el Programa de Prevención Focalizada (PPF) Rigoberta Menchú de Alto Hospicio, contempló un trabajo colaborativo entre los niños, niñas, adolescentes y sus familias, quienes a través de tarjetas familiares que los representaran por medio de frases o dibujos que ellos mismos realizaron, pudiendo unificar lazos, así como dimensionar la importancia de la familia en el proceso de crecimiento y aprendizaje de todo ser humano.

4En ese sentido es fundamental dejar de manifiesto que el concepto de familia se ha transformado en las últimas décadas, evolucionando de acuerdo a las tendencias mundiales y los cambios demográficos, pese a ello, las Naciones Unidas consideran que la familia continúa constituyéndose como la unidad básica de la sociedad.

A propósito de lo anterior, Johana Farias, Directora del PPF Rigoberta Menchú, hace hincapié en lo importante de desarrollar actividades que permitan comprender que hoy el concepto de familia escapa incluso a los lazos consanguíneos: “Hoy la familia está compuesta por aquellas personas que demuestren su solidaridad, entregan su amor incondicional y nos ayudan a desarrollarnos integralmente en la sociedad”.

Asimismo, uno de los participantes y padre de dos niños que forman parte del Programa de Prevención Focalizada (PPF) Rigoberta Menchú, agradeció el haber sido parte: “Este es un espacio vivencial muy positivo, he tenido la  oportunidad de celebrar con mis pequeños y así unir fuerzas como familia”.

La iniciativa -que se extendió por varias horas- se concibió como una celebración global que se3 diferencia de la clásica conmemoración del día del padre o de la madre: entendiendo que muchas veces los niños, niñas y adolescentes que son parte del programa, son criados por personas diferentes a sus progenitores, sin embargo, cumplen igualmente un rol crucial en el proceso de aprendizaje, acompañamiento y desarrollo, es decir, son familia.

Finalmente, los niños, niñas, adolescentes y sus familias recibieron con gran alegría un diploma familiar con sus apellidos para reconocer su participación en la actividad: hito que culminó una instancia llena de aprendizajes sobre el buen trato y el reconocimiento del derecho de los niños, niños y adolescentes a ser cuidados y protegidos por quienes ejercen este rol.