El juego tiene un papel fundamental en el desarrollo integral de niños y niñas. La pedagogía moderna recurre a él con fines educativos, ya que es un elemento de motivación que facilita el aprendizaje. El juego no es tan solo un simple recurso didáctico, hoy en día se ha convertido en un objetivo educativo por sí mismo. El juego no tiene que estar instrumentalizado necesariamente, basta con que el niño juegue libremente para que aprenda. Tanto adultos y niños aprendemos como consecuencia del juego, no jugamos para aprender.
IMG_20180301_112844Desde esta premisa, el Programa de Prevención Focalizada PPF Carmela Jeria de SERPAJ Chile, apostó por realizar una mejora en su sala de juegos. Gracias al apoyo de las alumnas en práctica de la carrera de psicopedagogía de la Universidad Tecnológica de Chile INACAP, se implementaron una serie de rincones lúdicos en beneficio de la expresión, afectividad, imaginación y creatividad de los niños y niñas que participan del programa.

El PPF Camela Jeria, es ejecutado por SERPAJ Valparaíso y pertenece a la línea de protección de SENAME, teniendo como objetivo potenciar las competencias parentales en los grupos familiares de niños, niñas y adolescentes, que presentan vulneraciones de mediana complejidad, evitando así que se agraven y tengan que llegar a una protección más especializada.

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Egresadas de Psicopedagogía

“Nuestro equipo profesional, como el de todos los PPF, cuenta con psicólogos, trabajadores sociales y técnicos, por eso es de suma importancia para nuestro proceso, sumar nuevas miradas y líneas de especialización que puedan aportar a una intervención más integral”, explicó la Directora del PPF SERPAJ, Ingrid Puelles.

Es en ese contexto que SERPAJ recibe en este programa las egresadas de psicopedagogía de INACAP, Francisca Abarca, Cecilia Araya y Carolina Plaza, quienes durante su práctica profesional proponen mejoras para la intervención desde el juego y la exploración.

Las jóvenes comentan que deciden postular a SERPAJ Chile en la búsqueda de un nuevo espacio para la práctica de sus conocimientos, buscando explorar la incidencia de la vulneración de derechos en los aprendizajes infantiles “cómo la orientación psicopedagógica puede potenciar sus habilidades cognitivas, y las habilidades de la dimensión socioafectiva; permitiéndoles a niños y niñas verse a sí mismos como seres cognitivos, emocional y socialmente capacitados para afrontar los desafíos tanto de la escolarización como de las relaciones interpersonales, pudiendo con esta imagen positiva de ellos mismos, beneficiar la prevención de la cronificación de los actos de vulneración”, explican.

La nueva sala de juegos

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Pensando en el beneficio que podría traer tanto para las intervenciones de los profesionales, como para el desarrollo de los NNA, el contar con un espacio que promoviese no sólo el juego libre, sino también las habilidades cognitivas, sociales y afectivas, se dio inicio a la implementación de una serie de materiales y espacios “para potenciar el área cognitiva tenemos: el rincón de la lectura, los robots mensajeros, calendario, preguntas metacognitivas y el rincón de estimulación temprana; recursos mediante los cuales se pretender afianzar el razonamiento inductivo y deductivo, atención-concentración, memoria, lenguaje, la lectura por placer, la escritura libre y en los más pequeños aquellas habilidades necesarias para el aprendizaje de la lectura, escritura y las matemáticas, como también aquellas que se relacionan con la percepción y las sensaciones”, relatan las practicantes.IMG_20180301_112950

En cuanto al área afectiva, se incluyeron espacios donde los NNA se encontraran con un lenguaje positivo, donde pudieran graficar y reconocer sus emociones, y también a verse a sí mismos como seres capaces de lograr objetivos y metas. Respecto al área social, se promovió el establecimiento de normas para el uso de la sala, donde los niños, además de cuidar los materiales, debían mantener el orden, utilizar un lenguaje cortés y potenciar el trabajo colaborativo con sus pares y los adultos responsables que le acompañan.

Una buena práctica
“La adecuación realizada en la sala de juegos favorece la intervención y promueve la creación de instancias que propician el desarrollo de habilidades en los NNA. Los resultados son excelentes, se consolidó un espacio cómodo, acogedor y atractivo, con materiales de muy bajo costo y cargados de creatividad, una práctica que esperamos sea replicada en otros programas de nuestra red nacional”, declaró Ingrid Puelles
IMG_20180301_111940Los resultados visualizados desde la implementación de las mejoras a la sala de juegos son evidentes en la opinión de los integrantes del PPF, quienes evidencian una mejor disposición desde los NNA, empoderándose del espacio según sus intereses, esto facilita el vínculo y la aproximación necesaria para realizar la intervención; así también el espacio ha permitido bajar la ansiedad de los NNA, aumentando la atención-concentración durante las sesiones, en las cuales han podido utilizar los materiales agregándole un valor psicoeducativo y lúdico a dichas instancias.
Los niños y niñas por su parte comentan que la sala ¡es más entretenida! y sus familias ya piensan en replicar algunas de las herramientas en sus hogares, luego de conocer los beneficios que conllevan éstos en el desarrollo de los niños.

 

 

¿Qué es lo que nos aporta el Juego?
El juego es una actitud que caracteriza casi cualquier actividad de la infancia, relacionado directamente con el crecimiento y maduración del niño por los siguientes motivos:
• se siente bien y se expresa con libertad.
• se relaciona socialmente con otros y en grupo.
• adquiere responsabilidades y capacidad de juicio.
• se integra en el mundo adulto.
• conoce características de su propia cultura.
• transforma la realidad y explora el mundo que le rodea.
• desarrolla la imaginación y la creatividad.
Según Josué Llull, profesor de la Universidad de Alcalá y autor de “El juego infantil y su metodología”, la actividad lúdica contribuye al desarrollo de 6 aspectos fundamentales de la personalidad del niño:
1. Físico-motor: aumenta la fuerza y el desarrollo muscular, además de ayudar a la sincronización de movimientos, mejorando la precisión gestual y el lenguaje.
2. Intelectual: facilita la comprensión de situaciones, la anticipación de acontecimientos, la resolución de problemas y la elaboración de estrategias.
3. Creativo: estimulando la imaginación, el pensamiento simbólico, y desarrollando habilidades manuales.
4. Emocional: potenciando la asimilación y maduración de las situaciones vividas, ayudando a superar aquellas de carácter traumático.
5. Social: aprendiendo las reglas de convivencia y participando en situaciones imaginarias creadas y mantenidas colectivamente.
6. Cultural: imitando modelos de referencia del contexto social en que se desenvuelve la vida cotidiana, que dependerá de factores como la zona geográfica, las condiciones climáticas o la época histórica.

El juego es una oportunidad de encuentro y aprendizaje ¡Juguemos con nuestros niños y niñas!