Desde el Servicio Paz y Justicia, SERPAJ, expresamos nuestras condolencias a su familia y a la familia de la Iglesia católica y a todos quienes se sintieron cerca del pensamiento del Papa Francisco, nuestro Jorge Bergoglio.

Su trabajo en el Vaticano marcó un camino más humanista y terrenal diríamos, porque abrió un sendero más cerca a los más pobres y los más necesitados de justicia. Se expresó a favor de los refugiados, de las niñeces, de la paz en el mundo y hasta pidió perdón como Iglesia a los Pueblos Indígenas por las injusticias cometidas contra ellos.

Dentro de las esferas del Vaticano también imprimió su sello a favor de una iglesia más comprometida con los pueblos, con más apertura, y se constituyó además, en el primer Papa jesuita a la cabeza de esta importante institución eclesiástica. Siempre dio muestras de un gran espíritu ecuménico tanto con otras iglesias de la cristiandad como con creyentes de otros credos.

Así como fue respetado y reconocido, también fue criticado y cuestionado por aquellos que sólo ven en la Iglesia a una institución por encima de todo y de todos, alejada de la gente común y acompañando disciplinadamente las decisiones de los poderosos.

Ojalá que quien lo suceda mantenga este camino esperanzador y tan necesario en estos difíciles momentos por los que atraviesa el mundo.