Un 10 de agosto de 1988 SerpajChile entregó a los partidos políticos de oposición, las organizaciones sociales y especialmente a los familiares de las víctimas de violaciones a los Derechos Humanos el documento “Exigencias concretas para la reconciliación en Chile. Verdad y Justicia.”
El documento tenía como objetivo contribuir a la recuperación del Estado de Derecho y a la reparación con quienes sufrieron, directa o indirectamente, el rigor de las más graves violaciones de sus derechos básicos ocurridos durante dictadura.
Esta iniciativa representó una expresión de solidaridad con las víctimas, con sus familiares y con el pueblo que vivía una situación de injusticia, actuando desde el compromiso con la espiritualidad y la metodología de la No Violencia Activa, principio que orienta y dirige la labor de Serpaj.
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