Fernando Aliaga, nacido en Santiago en 1934, fue una figura señera en la historia contemporánea de Chile, reconocido por su compromiso inquebrantable con los derechos humanos y la promoción de la No Violencia Activa. Licenciado en Historia y Doctorado en Historia de la Iglesia, dedicó su vida a la educación, la formación de juventudes y la defensa de los más vulnerables.
Durante los oscuros años de la dictadura en Chile, se unió a las filas de la Iglesia Católica, liderada por el Cardenal Silva Henríquez, convirtiéndose en un pilar del movimiento de laicos católicos que abogaban por la No Violencia Activa como un medio de resistencia y compromiso social. En 1977, junto a otros compañeros, cofundó el Servicio Paz y Justicia (SERPAJ Chile) en Santiago, organización que se extendió a lo largo de todo el país y que presidió hasta sus últimos días.
El Servicio Paz y Justicia de Chile, bajo el liderazgo de Fernando Aliaga, se dedicó a la pedagogía de la paz, enfocándose especialmente en sectores y organizaciones populares de base. La organización, apoyada por la solidaridad internacional, logró consolidar secretariados regionales en todo el país. En Valparaíso, se realizaron talleres populares y se crearon comités de derechos humanos a nivel poblacional. Estas iniciativas permitieron que jóvenes y pobladores se unieran en torno a la idea de la paz y la democracia, desarrollando acciones públicas y talleres para superar el miedo y promover la No Violencia.
Con el retorno a la democracia, SERPAJ Chile ha implementado programas educativos y solidarios que siguen impactando positivamente a la sociedad chilena, especialmente a la niñez y adolescencia.
Sus publicaciones sobre los principios de la No Violencia Activa han sido influyentes y continúan siendo aplicadas en diversas metodologías educativas y acciones solidarias. SERPAJ Chile sigue promoviendo estos ideales a través de diferentes programas destinados a niños, niñas y jóvenes en situación de exclusión social, reafirmando su legado de paz y justicia.
En 2012, la Comisión de Ética Contra la Tortura le otorgó la “Medalla Helmut Frenz” como reconocimiento al impacto duradero de Fernando en la lucha por la justicia y los derechos humanos.
No solo fue un inspirador y formador de laicos, laicas y personal consagrado de la Iglesia, sino también un ferviente defensor de los principios de la No Violencia Activa. Su labor en el debate estratégico sobre estos valores y su aplicación práctica en acciones solidarias y metodologías educativas dejó una marca imborrable en generaciones enteras, comunidades e instituciones.
Don Fernando, un hombre de profunda fe y compromiso, nos deja un legado invaluable de lucha pacífica y amor por la humanidad. Su vida y obra seguirán siendo una fuente de inspiración para todos aquellos que creen en la justicia social y en la fuerza transformadora de la No Violencia. Que su memoria nos guíe y nos fortalezca en la continua búsqueda de un mundo más justo y humano.
Con profunda tristeza y gratitud, despedimos a Héctor Fernando Aliaga Rojas, cofundador y presidente de SERPAJ Chile, cuyo espíritu de servicio y dedicación a los derechos humanos vivirán eternamente en los corazones de quienes tuvimos el privilegio de conocerlo y aprender de su ejemplo.
Descansa en paz, querido Fernando. Tu luz y tu legado seguirán iluminando nuestro camino.