Bautizado bajo el nombre de la activista medioambiental hondureña asesinada en 2016, el programa de intervención del Servicio Paz y Justicia «PAI Berta Cáceres» aparece como un oasis al interior del Centro de Internación Provisoria y Centro de Régimen Cerrado CIP- CRC de Limache.
«Todos nuestros programas de rehabilitación son dispositivos de salud de alta calidad, y están en la línea de la misión que defendemos como institución, que es la promoción y restitución de derechos vulnerados, porque entendemos la salud mental como un derecho humano históricamente postergado y al delito y el consumo como síntoma de daño instalado en la trayectoria de vida de nuestros niños niñas y jóvenes», explica la coordinadora nacional de Unidad e Drogas de SERPAJ Chile, Loreto Osorio
En el primer año de funcionamiento, la Directora del PAI SERPAJ da cuenta de algunas actividades y logros del programa, destacando los egresos terapéuticos conseguidos por los jóvenes y el compromiso del equipo profesional en el desarrollo de la intervención desde la metodología de la educación para la paz «Somos profesionales que intentamos replicar la educación para la paz y reconocemos a nuestros jóvenes como personas que merecen respeto, cariño y un trato digno dentro de un ambiente que es super hostil y desde ahí poder reconocer su valor, compartir con ellos y generar un vínculo que los lleve a integrarse socialmente de una manera distinta», reflexiona la directora del PAI Berta Cáceres, Jennifer Quiroz
La metodología SERPAJ, transversal a cada programa, se basa en la No Violencia Activa (NOVA), la resolución No Violenta de conflictos y la restitución de derechos desde la «educación para la paz», promoviendo el aprendizaje conjunto y donde son los mismos jóvenes quienes proponen, priorizan sus actividades y definen sus metas «
El PAI Berta Cáceres atiende a 30 jóvenes con consumo problemático de drogas y/o alcohol que a través del proceso terapéutico comienzan un proceso de problematización del consumo donde reconocen su impacto en las diversas áreas de desempeño de su vida «actualmente tenemos altas terapéuticas donde se dieron por logrados todos sus objetivos, lo que es sumamente importante porque no son sólo los objetivos del programa o los profesionales sino que son los objetivos de los jóvenes, los que se co-construyen con ellos a partir de un diagnóstico integral y una escucha activa, entonces es mucho más significativo y se genera una vinculación terapéutica muy bonita», detalla la Terapeuta Ocupacional del programa SERPAJ, Geraline Rebolledo
La celebración de este primer año reunió a los jóvenes participantes del programa, que junto con compartir una torta y cantar el cumpleaños feliz, celebraron además los logros de sus compañeros egresados y en particular a uno de los jóvenes, acreedor a una beca de excelencia académica, el premio al carisma desde la escuela penal y el reconocimiento a la finalización de sus estudios de enseñanza media, este joven participó en el proceso de selección universitaria PSU y se encuentra ad portas de comenzar una carrera «Yo el primer año no estaba en este programa, y después me integré al grupo y fue como otra confianza, diferente y mucha buena onda aquí con los porfes, con la gente y como que me dieron ganas de hacer otra cosa porque ellos me apoyaban a mi y yo no tenía otro apoyo aquí dentro. Ne sentí apoyado en todo momento, incluso ahora que ya estoy egresado y me siento bien porque es un logro para mi, yo nunca había hecho un taller ni había manejado una máquina y ahora ya aprendí, incluso saqué cuarto medio y voy a salir a estudiar si Dios quiere en marzo», relata el joven del PAI de SERPAJ.
Un año lleno de actividades
Con el objetivo de educar y sensibilizar a los y las trabajadoras del Programa de tratamiento participaron de una jornada de inducción a cargo de la Coordinadora Nacional de la Unidad de Drogas, Loreto Osorio, esto con la finalidad de interiorizarse sobre la historia que a origen al movimiento SERPAJ a nivel latinoamericano y como surge su desarrollo en Chile. Además de poder conocer sus actores significativos y los principios como base principal para promover la educación para la paz a nivel nacional a través de los diversos programas con los que se cuenta.
La jornada finalizó con reflexiones por parte de los profesionales, sobre los valores serpajeanos y como estos se llevan a cabo en la intervención con los jóvenes que se encuentran privados de libertad en el CIP-CRC Limache, siendo el objetivo primordial dignificarlos y educarlos en el respeto hacia otros y si mismos.
Así también, la vinculación con las familias también fue una de las prioridades, es por esto que el equipo del PAI SERPAJ aprovecho la instancia de reunión de apoderados del Colegio Rukanewen, que funciona al interior del CIP- CRC Limache, para entregar información a las familias y jóvenes sobre las bases valóricas de la institución, que promueven y defienden los derechos humanos, relevando la educación como un mecanismo primordial para estos fines.Del mismo modo, se dieron a conocer los objetivos del programa PAI Berta Cáceres y como las bases de SERPAJ Chile originan la intervención en base a la educación para la paz, a través de elementos de dignificación, potenciando recursos personales, ampliación de gama de interés y promoviendo la reinserción social y el tratamiento de drogas como eje principal y que se vincula con las diversas áreas de desenvolvimiento de los jóvenes.
El día a día en Berta Cáceres
Los jóvenes del programa participan de distintas actividades, cuentan con procesos terapéuticos, pero además cuentan con talleres que son elegidos por ellos y que son realizados de forma que apoyen su proceso de rehabilitación y restitución de derechos.
A partir de un diagnóstico ocupacional de demanda e intereses de jóvenes de CIP-CRC Limache, se realiza el taller Ergoterapia de muralismo, actividad que facilita a los jóvenes la exploración en nuevos intereses y la promoción de la expresión artística, basada en temática escogida por ellos: «La libertad». El taller se desarrolla en 8 sesiones, dentro de las cuales se trabajan objetivos terapéuticos, como facilitar el desarrollo de actividades significativas que posibiliten alcanzar la satisfacción personal y ajuste social, como favorecedor de integración social.
«En el fondo se respetan los derechos básicos de los jóvenes, como el ser escuchados, que ellos tengan un espacio de contención, donde sientan que pueden lograr cosas, que pueden proponer, que tienen derecho a voz, a poder decir, a opinar y todo en base al respeto y eso es lo que el equipo más propicia. Este ambiente acogedor para los jóvenes dentro de un contexto muy complejo, con diversas violencias, una cultura arraigada de ello, el sentido de pertenencia con los pares, la de-privación sociocultural de los jóvenes y que en el fondo ellos tengan la posibilidad de explorar otras alternativas como la resolución no violenta de conflictos», concluyó Geraline Rebolledo