En el contexto de los Días de Acción Global sobre el Gasto Militar 2025, SERPAJ Chile se une a cientos de organizaciones internacionales que demandan una drástica reducción del gasto militar mundial y la redirección de estos recursos hacia la satisfacción de las verdaderas necesidades humanas, como la justicia social, la paz y la protección del medio ambiente.
El gasto militar global sigue en aumento. Según el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI), en 2024 el mundo gastó 2,71 billones de dólares en defensa, un aumento del 9,4% con respecto al año anterior, marcando el mayor incremento en la historia reciente. Esta cifra es alarmante, pues refleja la prioridad que se le sigue dando a los conflictos bélicos frente a problemas globales urgentes como la pobreza, la crisis climática y la salud pública.
Chile alcanzó los 5.105 millones de dólares en gasto militar en 2024. El gasto militar no solo está alimentando la violencia global, sino que también está desviando recursos valiosos que podrían haberse destinado a áreas fundamentales para el bienestar humano y la sostenibilidad del planeta. En lugar de invertir en armas y conflictos, necesitamos invertir en diplomacia, cooperación internacional y en la creación de una arquitectura de seguridad basada en la justicia y la paz.
Es urgente cambiar las prioridades. Los recursos públicos deben destinarse a garantizar derechos y bienestar para todas las personas. Se necesita una inversión decidida en educación, salud, medio ambiente, seguridad pública no militarizada y en la protección integral de niñas, niños y adolescentes. Estas son las verdaderas bases de una sociedad segura, equitativa y con futuro.
El avance de los discursos de odio, racismo y de la extrema derecha, muchas veces legitimados por políticas estatales militarizadas, pone en riesgo la democracia, la convivencia y la paz social. El gasto militar no trae paz. La historia ha demostrado que la militarización perpetúa los ciclos de destrucción, sufrimiento e injusticia, y está profundamente vinculada al colapso climático. Los ejércitos son responsables del 5,5% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, lo que convierte a los ejércitos mundiales en el cuarto mayor emisor de GEI si fueran considerados como un país.
Es hora de un cambio. Las organizaciones y movimientos por la paz de todo el mundo hacemos un llamado urgente a los gobiernos para que reduzcan el gasto militar y destinen esos recursos a las necesidades humanas fundamentales: salud, educación, justicia social y la lucha contra el cambio climático. La cooperación y la diplomacia deben ser nuestras principales herramientas para construir un futuro más justo y pacífico.
La militarización de las políticas de seguridad mundial no solo alimenta la inestabilidad, sino que también socava las posibilidades de una paz duradera. Es necesario un verdadero compromiso global para el desarme, el fin del comercio de armas y la promoción de una arquitectura de seguridad basada en el diálogo y el entendimiento mutuo.
Nosotros, desde SERPAJ Chile, apoyamos la campaña global del GDAMS 2025 con el lema «La guerra nos cuesta un mundo» y exigimos que los gobiernos redirijan los fondos de la guerra hacia la construcción de un mundo más pacífico, justo y sostenible.
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