Se trata de un documental que mezcla testimonios de víctimas de la tortura con escenas de ficción, que recrean el papel de los profesionales de la salud que mantenían con vida a las detenidas y los detenidos para que pudieran seguir siendo torturados, en la así llamada Brigada de Salubridad, o aplicarles una inyección mortal de pentotal cuando llegaba la orden de ejecutar a las víctimas. “Hablamos de profesionales de la salud, personas que teóricamente están formadas para ayudar a los seres humanos”, señala Fernandois.

Una reflexión sobre el papel de los médicos y enfermeras que colaboraron con la DINA durante la dictadura constituye el docuficción La clínica de la DINA.

Se trata de un documental que mezcla testimonios de víctimas de la tortura con escenas de ficción, que recrean el papel de los profesionales de la salud que mantenían con vida a las detenidas y los detenidos para que pudieran seguir siendo torturados, en la así llamada Brigada de Salubridad, o aplicarles una inyección mortal de pentotal cuando llegaba la orden de ejecutar a las víctimas.

Uno de los lugares de operación era la ex Clínica Santa Lucía, en pleno centro de Santiago, hoy convertido en Sitio de Memoria, donde laboraron cardiólogos, psiquiatras, dentistas, traumatólogos, pediatras, ginecólogos y otorrinolaringólogos, en abierta traición a su Juramento Hipocrático.

En 2019, un grupo de sobrevivientes de prisión política y torturas de la ex Clínica Santa Lucía, interpuso una querella criminal ante la Corte de Apelaciones de Santiago en contra del director del recinto, el cardiólogo Werner Zanghellini Martínez; así como la enfermera Eliana Carlota Bolumburú Taboada; Dámaso González Espinoza, cirujano dental; Sergio Muñoz Bontá, dentista; Vitorio Orvietto Tiplizky, cirujano; Osvaldo Leyton, cirujano; Eugenio Fantuzzi, otorrino; Jorge Fantini, cirujano; y otros.

Tras la recuperación de la democracia, varios fueron funados en sus lugares de trabajo, como ocurrió con Alejandro Forero en la Clínica Indisa, Sergio Muñoz en el Hospital Barros Luco y Roberto Lailhacar en su consulta de calle Obispo Salas en la comuna de Providencia, tal como reseña el sitio Memoria Viva.

Origen

Nicolás Fernandois y Marcelo Salinas son los autores de la idea original del docuficción. El primero, actor y director, cuenta que el trabajo audiovisual se origina desde el vínculo creativo y productivo que existe entre el Sitio de Memoria Ex Clínica Santa Lucia y la Agrupación Teatro en Casa, donde ejerce como director de Programación y Contenidos.

El vínculo nació el año 2018, con la creación de un ciclo de artes escénicas, donde las obras presentadas abordaban temas relacionados con la memoria y las violaciones de los derechos humanos durante el régimen militar, entre 1973 y 1990.

Dicho ciclo tuvo la particularidad de que las obras fueron presentadas en el interior del Sitio de Memoria Ex Clínica Santa Lucía, utilizando con esto un espacio no convencional para la presentación de obras de teatro, pero que a la vez contiene de mejor forma las temáticas abordadas por cada una de las propuestas escénicas, explica Fernandois (Santiago, 1981).

“Durante el segundo ciclo, como Teatro en Casa, tuvimos la oportunidad de preparar una puesta en escena que abordará la historia de la casa, concentrándose en la función que tuvo el inmueble mientras fue de propiedad de la DINA, y su doble rol de clínica médica y su participación en el proceso de interrogatorios, tortura y exterminio por parte del órgano represivo. Ese primer proceso, que se vio en parte interrumpido por el estallido social, fue la génesis para desarrollar, ahora en formato audiovisual, una obra que pudiera exponer la historia de la casa ubicada en calle Santa Lucía 162”.

Memoria

Fernandois explica que les parece de importancia fundamental, para el futuro de nuestra sociedad, hacer memoria sobre hechos tan trágicos como los que allí ocurrieron, pero por sobre todo por la necesidad de encontrar justicia, reparación y aprender del pasado y no volver a repetirlo.

“El Estado chileno, aún hoy, no ha sido capaz de preservar la memoria, ni hacer justicia, ni reparar correctamente a las víctimas, y lo que es peor aún, ha sido incapaz de tomar un postura clara respecto a los hechos ocurridos en dictadura. Creo que no puede ser que en nuestro país pueda existir un Fundación Pinochet, por ejemplo, me parece extremadamente violento, o que en cualquier momento en los medios surja cualquier individuo defendiendo el legado de la dictadura así como así, y eso hasta sea encontrado razonable”, dice.

El caso de Clínica Santa Lucía, por su parte, “nos muestra la perversa participación de civiles al servicio del terrorismo de Estado, y más aún hablamos de profesionales de la salud, personas que teóricamente están formadas para ayudar a los seres humanos”.

Testimonio y ficción

Uno de los aspectos de la obra es que usa la ficción para dar voz a los victimarios, que fueron escritas sobre inspiraciones de otras entrevistas de torturadores y funcionarios de la DINA, así como entrevistas de médicos.

“Nos parecía muy importante, en términos artísticos, darles voz a los personajes que trabajaron ahí en la Clínica, por tanto la ficción nos permitió representar a los médicos y enfermeras que trabajaron allí al servicio de la Brigada de Salubridad de la DINA”, cuenta.

De esta forma, “pudimos ficcionar sus argumentos, su propia defensa respecto a su accionar en dictadura. Es decir, nos parece de una violencia interpeladora exponer los probables fundamentos de gente que colaboró en los procedimientos de tortura y de muerte. Cómo los seres humanos nos aferramos a ciertas ‘verdades’ o nos lavamos las manos en función de una tranquilidad ética”.

El proceso de investigación de los hechos fue principalmente a través de entrevistas realizadas a los sobrevivientes que pasaron por la clínica y a las personas que levantaron el movimiento para transformarla en Sitio de Memoria.

“Complementariamente trabajamos con el dossier de investigación que se realizó sobre la clínica, investigación que fue guiada por Romina Ampuero. Y también con el apoyo complementario de revisión de referentes, documentales y otros libros y documentos referentes al tema”, agrega.

-¿Cómo creen que ha afectado el estallido el tema de los derechos humanos?
-Creo que ha puesto elevado la pregunta sobre el tema, es decir, me da la impresión que nos ha interpelado como sociedad, ya que he dejado en evidencia con la facilidad que el Estado es capaz de vulnerar los derechos humanos de los ciudadanos. Entonces, creo que tenemos que preguntarnos realmente cuáles serán las acciones que realizaremos como sociedad para defender dichos derechos. Creo sinceramente que estábamos bastante tímidos al respecto, hasta antes del estallido.

Aunque suene trillado decirlo, debemos aprender que nunca más debemos permitir que acciones como las ocurridas en dictadura vuelvan a ocurrir.

Texto e Imagen: El Mostrador https://www.elmostrador.cl/cultura/2022/01/10/nicolas-fernandois-creador-del-docuficcion-la-clinica-de-la-dina-nos-muestra-la-perversa-participacion-de-civiles-al-servicio-del-terrorismo-de-estado/